Estábamos aún con la resaca de besos, abrazos y brindis deseándonos un mejor año nuevo, cuando aparece el Ministro de Hacienda esta semana para decir: “Este año será el más difícil”.
De momento, para el lunes, ya han anunciado temperatura mínima menos siete grados centígrados para mi pueblo, con lo cual, aunque sé que no se refería a eso, parece que vamos por el camino que señala el señor Ministro.
Anuncian ola de frío generalizada en toda España. Del norte de Europa baja, por su bravura el más temido, temporal de frío, viento, nieve… y la mayoría lo único que hacemos es echar una mirada al armario de las chaquetas, como el vaquero impasible que repasa de reojo su pistolera ante la presencia de una panda de cuatreros con pañuelos tapándoles la cara.
“No será tanto, ya verás” he oído decir a alguno, y especialmente a una, mientras preparaba cubos de agua que sean alternativa a los bebederos automáticos que seguro amanecerán con un sólido bloque de hielo mañana. Tú que vives en el campo, te habrás dado cuenta que los animales han cambiado de actitud, llegando unos que no eran habituales y desapareciendo otros que acostumbrabas a ver todos los días.
Simple previsión para simplemente sobrevivir. En la vida, en la empresa y en la guerra, en todo lo que importa de verdad, la previsión es fundamental para tener éxito, y a veces las situaciones son tan dramáticas que hacen que el éxito consista simplemente en seguir vivo.
Mientras te cuento esto estoy convencido que no son pocos los que, a pesar de todo, se resisten a cancelar un viaje de ocio por no decepcionar a sus hijos ilusionados por estrenar las tablas de snowboard que les echaron los Reyes. Claro que estos serán, mientras tomen un caldo aislados en un pabellón deportivo envueltos en mantas militares de la UME, los primeros en criticar a la Administración por no verter sal en las carreteras, la insuficiencia de parque de maquinas quitanieves, etc. Algunos, incluso pocas horas antes han discutido con un Guardia Civil que se empeñaba en no dejarlos pasar por no llevar cadenas en su poderoso e infalible cuatro por cuatro. “¿Que se piensa, que conducir un Hummer es lo mismo que patrullar con un cuatro ele?” Puede que haya comentado al arrancar decidido girándose hacia los asientos de atrás donde los niños, aún calentitos, jugaban con la consola.
Y va Montoro I el gracioso, y se cree que porque anuncia un año duro, nos vamos a echar manos a la cabeza y prepararnos para lo peor.
A veces pienso que sueña con que vive en Suecia.